#;;Nada volverá a ser como antes
... Pasemos a la sección de cultura general con Irina Lambort.
Gracias, Matthews. Como todos los veranos, diversos maestros musicales planean la vuelta a sus alumnos más aventajados a campamentos para aprender técnicas instrumentales y de canto, y uno de los más famosos es Camp Rock, ubicado en Canadá. Esto se debe a que grandes músicos se han formado entre el follaje del campamento, como Uffie, Lily Allen y Connect Three. Además, este año contarán con la presencia de un campamento riv...
Gracias, Matthews. Como todos los veranos, diversos maestros musicales planean la vuelta a sus alumnos más aventajados a campamentos para aprender técnicas instrumentales y de canto, y uno de los más famosos es Camp Rock, ubicado en Canadá. Esto se debe a que grandes músicos se han formado entre el follaje del campamento, como Uffie, Lily Allen y Connect Three. Además, este año contarán con la presencia de un campamento riv...
Mitchie Torres apagó la televisión con el mando a distancia y dejó caerlo al suelo, esbozando una amplia sonrisa en su rostro bronceado y mirando al techo con una mano en el regazo y la otra por fuera de la cama. Mitchie estaba tumbada con la cabeza casi fuera del borde y las piernas espatarradas, vestida con unos shorts rojos y un top de tirantes azul marino con estampado de flores del mismo color que la parte inferior del pijama. Giró la cabeza hacia la derecha y observó sus maletas perfectamente empaquetadas y listas para ser transportadas al día siguiente a Camp Rock. Una explosión de nostalgia, felicidad y nerviosismo le inundó el pecho, provocando que se le hinchase de aire, y lo expulsó por la nariz volviendo a mirar al techo mientras se mordía el labio inferior y cerraba los ojos aún con una sonrisa en el rostro. Tenía ganas de volver a ver a Caitlyn, Dan Brown, Barron, Sander, Ella, Peggy... Hasta no le importaría volver a escuchar las irritantes muestras de egolatría por parte de Tess para sentir que Camp Rock no había sido un bonito sueño.
Pero, por supuesto, lo que más echaba de menos era saber que Shane permanecía a su lado.
Desde que volvió a su casa el año pasado, no había vuelto a ver a Shane, pero se habían comunicado por Messenger algunas veces. Mitchie seguía queriendo mucho a Shane y esperaba que él siguiese sintiendo lo mismo por ella, pero tenía miedo. Después de todo, Shane Gray era una súper estrella que podía llevarse a cualquier chica al huerto y Mitchie... Era una soñadora que, por eso mismo, no dejaba de soñar con Shane.
Mitchie abrió los ojos lentamente desvaneciendo la sonrisa y girando en la cama hasta acurrucarse para acomodarse mejor. Volvió a suspirar profundamente una vez más y cerró los ojos esperando a que al día siguiente todo estuviese como lo había dejado el año anterior.
Desafortunadamente, la cosa no fue así.
Mitchie abrió los ojos lentamente al mismo tiempo que su madre, Connie Torres, aparcaba bruscamente su camión frente al Camp Rock. Mitchie se frotó los ojos y tardó unos segundos en reaccionar que se había quedado dormida y que su madre había cruzado, por fin, las nueve horas de viaje en el mareante vehículo. Mitchie dejó caer sus manos y abrió mucho los ojos, esbozando aquella sonrisa tan característica suya. Ahogó un grito y saltó del camión, literalmente. Connie arqueó una ceja en cuanto vio que a su hija le daba un ataque de histeria entusiasta y caminó hasta la puera trasera del vehículo para sacar la mercancía. Mitchie ya había llegado allí antes que ella, a la velocidad de la luz, para coger sus maletas. Connie suspiró y sonrió mientras sacaba una caja de comestibles.
-No te emociones tanto, cariño. Recuerda que me prometiste colocar los alimentos en la despensa de la cocina...
-Claro, mamá, y te ayudaré... ¡Pero me muero de ganas de ver a...!-parpadeó y se interrumpió. Connie ladeó la cabeza y dibujó una sonrisa burlona. Mitchie se mordió la lengua y sonrió.-A los chicos. Vuelvo enseguida, te lo prometo.
-Vale... Te doy tiempo para que dejes tus cosas en la habitación y vuelvas, ¿eh?
Pero Mitchie ya había cogido sus maletas y corría hacia las cabañas del campamento. Le hizo un gesto con la mano aún de espaldas y siguió corriendo sin detenerse, deseosa de ver a alguien conocido. Recorrió la mitad del campamento, pero no se topó con nadie. A medida que corría, más se cansaba y más ralentizaba su velocidad, hasta que sus maletas con ruedecillas parecían adelantarla. Mitchie tenía una expresión nerviosa y ansiosa, con las cejas fruncidas y la boca entreabierta mientras miraba todo el tiempo a su alrededor. Parecía como un cachorro en busca de su amo.
¿Dónde estaba todo el mundo?
-¡Mitchie!-escuchó la chica a sus espaldas provocando eco en la explanada. El estómago de Mitchie le dio un vuelco y se giró rápidamente. No pudo evitar desconsolarse cuando vio a Ella y Peggy a diez metros de ella, sacudiendo las manos.-¡Mitchie, estamos aquí!
A pesar de todo, Mitchie no perdió su sonrisa y se acercó entusiasmada a sus amigas, extendiendo los brazos y dándose las tres un abrazo colectivo. El abrazo duró lo que dura una risa y se separaron, examinándose entre ellas.
-¡Chicas! Os veo... cambiadas.-dijo Mitchie, sonriente. Peggy ladeó la cabeza, feliz, y Ella empezó a dar saltitos.
-¡A ti también te veo diferente! Tienes otro peinado, ¿verdad?
-La verdad es que sí... Bueno, ¿ y qué tal el año, chicas? ¿Disfrutaste de tu premio, Peggy?-preguntó Mitchie mirando a Peggy. La verdad es que quería que ella le hablase de Shane; Peggy había estado en Navidades con Connect Three grabando un single, ya que ganó la Final Jam del año pasado. Peggy parecía flotar a causa de su felicidad.
-Genial... ¡Fue fantástico! No solo grabé en un estudio que era una pasada, si no que conocí a Lady Gaga. ¡Joder, Lady Gaga! Creo que ha sido lo más emocionante que me ha pasado en la vida.
-Pues qué triste, entonces.-bromeó Mitchie. Peggy frunció la nariz aún sonriendo y le dio un golpe en el hombro. Mitchie se rió.-Y bueno, ¿dónde está la abeja reina del campamento?
Ella y Peggy se miraron durante un momento, aturdidas. Mitchie pensó que había dicho algún comentario fuera de lugar, pero no supo por qué.
-En realidad... Creímos que eras tú la que lo sabía.-dijo Ella con el ceño fruncido y un puchero en sus labios. Mitchie frunció el ceño y despegó los labios, confusa.
-No, yo no tengo ni idea... ¿no ha vuelto?
-Yo, desde luego, no la he visto.-dijo Peggy levantando las manos con las cejas alzadas, mostrándose "inocente". Mitchie cogió aire unos segundos y después volvió a sonreír.
-Bueno, tranquilas, seguro que está llegando tarde porque no es capaz de combinar adecuadamente su ropa.
Pero, por supuesto, lo que más echaba de menos era saber que Shane permanecía a su lado.
Desde que volvió a su casa el año pasado, no había vuelto a ver a Shane, pero se habían comunicado por Messenger algunas veces. Mitchie seguía queriendo mucho a Shane y esperaba que él siguiese sintiendo lo mismo por ella, pero tenía miedo. Después de todo, Shane Gray era una súper estrella que podía llevarse a cualquier chica al huerto y Mitchie... Era una soñadora que, por eso mismo, no dejaba de soñar con Shane.
Mitchie abrió los ojos lentamente desvaneciendo la sonrisa y girando en la cama hasta acurrucarse para acomodarse mejor. Volvió a suspirar profundamente una vez más y cerró los ojos esperando a que al día siguiente todo estuviese como lo había dejado el año anterior.
Desafortunadamente, la cosa no fue así.
Mitchie abrió los ojos lentamente al mismo tiempo que su madre, Connie Torres, aparcaba bruscamente su camión frente al Camp Rock. Mitchie se frotó los ojos y tardó unos segundos en reaccionar que se había quedado dormida y que su madre había cruzado, por fin, las nueve horas de viaje en el mareante vehículo. Mitchie dejó caer sus manos y abrió mucho los ojos, esbozando aquella sonrisa tan característica suya. Ahogó un grito y saltó del camión, literalmente. Connie arqueó una ceja en cuanto vio que a su hija le daba un ataque de histeria entusiasta y caminó hasta la puera trasera del vehículo para sacar la mercancía. Mitchie ya había llegado allí antes que ella, a la velocidad de la luz, para coger sus maletas. Connie suspiró y sonrió mientras sacaba una caja de comestibles.
-No te emociones tanto, cariño. Recuerda que me prometiste colocar los alimentos en la despensa de la cocina...
-Claro, mamá, y te ayudaré... ¡Pero me muero de ganas de ver a...!-parpadeó y se interrumpió. Connie ladeó la cabeza y dibujó una sonrisa burlona. Mitchie se mordió la lengua y sonrió.-A los chicos. Vuelvo enseguida, te lo prometo.
-Vale... Te doy tiempo para que dejes tus cosas en la habitación y vuelvas, ¿eh?
Pero Mitchie ya había cogido sus maletas y corría hacia las cabañas del campamento. Le hizo un gesto con la mano aún de espaldas y siguió corriendo sin detenerse, deseosa de ver a alguien conocido. Recorrió la mitad del campamento, pero no se topó con nadie. A medida que corría, más se cansaba y más ralentizaba su velocidad, hasta que sus maletas con ruedecillas parecían adelantarla. Mitchie tenía una expresión nerviosa y ansiosa, con las cejas fruncidas y la boca entreabierta mientras miraba todo el tiempo a su alrededor. Parecía como un cachorro en busca de su amo.
¿Dónde estaba todo el mundo?
-¡Mitchie!-escuchó la chica a sus espaldas provocando eco en la explanada. El estómago de Mitchie le dio un vuelco y se giró rápidamente. No pudo evitar desconsolarse cuando vio a Ella y Peggy a diez metros de ella, sacudiendo las manos.-¡Mitchie, estamos aquí!
A pesar de todo, Mitchie no perdió su sonrisa y se acercó entusiasmada a sus amigas, extendiendo los brazos y dándose las tres un abrazo colectivo. El abrazo duró lo que dura una risa y se separaron, examinándose entre ellas.
-¡Chicas! Os veo... cambiadas.-dijo Mitchie, sonriente. Peggy ladeó la cabeza, feliz, y Ella empezó a dar saltitos.
-¡A ti también te veo diferente! Tienes otro peinado, ¿verdad?
-La verdad es que sí... Bueno, ¿ y qué tal el año, chicas? ¿Disfrutaste de tu premio, Peggy?-preguntó Mitchie mirando a Peggy. La verdad es que quería que ella le hablase de Shane; Peggy había estado en Navidades con Connect Three grabando un single, ya que ganó la Final Jam del año pasado. Peggy parecía flotar a causa de su felicidad.
-Genial... ¡Fue fantástico! No solo grabé en un estudio que era una pasada, si no que conocí a Lady Gaga. ¡Joder, Lady Gaga! Creo que ha sido lo más emocionante que me ha pasado en la vida.
-Pues qué triste, entonces.-bromeó Mitchie. Peggy frunció la nariz aún sonriendo y le dio un golpe en el hombro. Mitchie se rió.-Y bueno, ¿dónde está la abeja reina del campamento?
Ella y Peggy se miraron durante un momento, aturdidas. Mitchie pensó que había dicho algún comentario fuera de lugar, pero no supo por qué.
-En realidad... Creímos que eras tú la que lo sabía.-dijo Ella con el ceño fruncido y un puchero en sus labios. Mitchie frunció el ceño y despegó los labios, confusa.
-No, yo no tengo ni idea... ¿no ha vuelto?
-Yo, desde luego, no la he visto.-dijo Peggy levantando las manos con las cejas alzadas, mostrándose "inocente". Mitchie cogió aire unos segundos y después volvió a sonreír.
-Bueno, tranquilas, seguro que está llegando tarde porque no es capaz de combinar adecuadamente su ropa.
